Esta superficie sintética es dura y resistente a la rotura, rayado y desgaste por lo que se usa desde hace décadas en la fabricación de muebles.
Tablero de partículas, con ambas caras estratificadas en laminado de alta presión HPL, compuesto por resinas fenólicas como soporte, y melamínicas que forman la cara decorativa, encoladas formando una lámina de entre 0,8 y 1,2 mm de espesor, con cantos en ABS y sellado antihumedad.
En los acabados seda presenta una elevada resistencia al rayado, gran dureza final y tacto sedoso.
Cuando el acabado es brillo, después de la última mano, se aplica un esmerado proceso de pulido en dos fases, que finaliza dejando la pieza en alto brillo, garantizando una mayor duración, además de evitar el antiamarilleo con el paso del tiempo.
Al ser un producto natural, presenta diferencias en tono y estructura, aún tratándose del mismo tronco, características que determinan su aspecto final, único e irrepetible, símbolo de autenticidad. Establecemos exhaustivos controles de calidad desde la selección, al cosido de las chapas, factores que garantizan la exclusividad de cada diseño.
Como el material orgánico que es, está en constante evolución, con tendencia la evejecimiento por la exposición a la luz, tanto de forma directa como indirecta, por lo que variarán su tonalidad a lo largo del tiempo.
Las modernas técnicas de fabricación han posibilitado la aplicación a la cocina de este material natural ampliamente contrastado.
Se trata de un producto homogéneo que perdura en el tiempo, su higiénica superficie es resistente a la radiación UV, al calor, a las ralladuras así como al desgaste, a los productos químicos.
Por su estética y funcionalidad además de sus acabados, lo hace ideal para las tendencias minerales de diseño.