Ya explicamos hace tiempo por qué el gres porcelánico es una gran opción para el suelo de tu hogar. Para sacarle el máximo partido y conseguir una vida útil más larga es necesario mantenerlo limpio. Pero ojo, que no vale cualquier producto. Junto con Apavisa, una de nuestras marcas de referencia, te damos los mejores trucos de limpieza para que lo conserves siempre perfecto.
Los indispensables: agua y jabón
La primera limpieza después de la obra es esencial para eliminar residuos y exceso de material. Para llevarla a cabo y evitar rayar el gres, se recomienda usar una esponja humedecida con abundante agua. Cabe recordar que, al ser el porcelánico un material muy poco poroso, la humedad no supondrá ningún problema.
Después de esta primera sesión ya se podrán utilizar productos químicos añadidos al agua, preferiblemente jabones específicos de PH neutro, en proporción de tres partes de agua por una de producto limpiador.
Las herramientas: mopa, cepillo, bayeta y aspiradora o escoba
Para la limpieza habitual, sea cual sea el acabado del gres, hay que elegir las herramientas más adecuadas. De esta forma, se recomienda eliminar el polvo y las huellas con una mopa seca, así como quitar la suciedad superficial con una aspiradora profesional o una escoba. Después podemos fregar con una bayeta y un limpiador específico para este tipo de suelos.
Los suelos mate con acabado rugoso cuentan con productos profesionales concretos para mantener su superficie como nueva. Para los de acabado brillante se deben evitar los productos abrillantadores o con ceras, que dejan marca; es mejor recurrir a limpiadores recomendados con PH neutro.
Los productos prohibidos: vinagre, limón, lejía y amoniaco
Como lo lees: si quieres mantener tu gres porcelánico intacto no recurras a remedios caseros. Especialmente desaconsejados están los productos ácidos como el vinagre y el limón, porque erosionan su capa superficial. También debes evitar los alcalinos como la lejía y el amoniaco, ya que resultan corrosivos, dejan residuos difíciles de eliminar y afectan al brillo, en caso de que el gres tenga este acabado.
El toque final: cepillo, agua y potasa para las juntas
¿Cómo limpiar las juntas? Al ser zonas de difícil acceso, en las que se acumula más suciedad, hay que frotarlas con un cepillo humedecido en una mezcla a tres partes de agua y una de potasa. Después se procede al aclarado con abundante agua y se secan con un trapo limpio.
Ya ves que el mantenimiento de los suelos de gres porcelánico es sencillo y nada costoso. Si estás pensando en instalar este material en tu hogar, tenemos una gran variedad de diseños, colores y acabados de Apavisa y, por supuesto, los productos más adecuados para su limpieza. ¡Pásate por nuestras tiendas de Hondarribia y Astigarraga y pregúntanos!
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