Parecía que nunca iba a llegar pero por fin la primavera ya está aquí. Y aunque vivamos en un lugar en el que en mayo puede nevar, ya hemos empezado a guardar los abrigos, los jerseys de lana y a sacar la ropa de verano. Es el temido y emocionante, a partes iguales, cambio de armario.
Emocionante porque nos encanta sacar la ropa que teníamos guardada, es como renovar el armario, pero sin gastar. Pero odiado porque nos enfrentamos a uno de los lugares más temidos de la casa. El trastero.
Ese rincón de la casa en el que viven unos duendecillos dedicados a desordenar y esconder las cosas, para que no las encontremos nunca más. Un lugar al que siempre acompaña una maldición, que hace que todo lo que entra por su puerta jamás vuelve a salir, incluidos nosotros. Porque en un trastero sabes cuando entras pero nunca cuando vas a salir.
Por muy pequeño que sea es capaz de albergar toneladas de objetos. Ese aspirador que no funciona, la ropa de otras temporadas, los apuntes de cuando íbamos al instituto y todos esos objetos que guardamos bajo el epígrafe por si acaso algún día…
Pero con estos trucos infalibles para ordenar un trastero la temida frase “está en el trastero” nunca más te generará dolores de cabeza, ni sufrirás nauseas cada vez que tengas que subir. ¿Quieres conocerlos?
Ordenar según la frecuencia de uso
En el trastero hay dos tipos de objetos: los que no utilizaremos jamás (aunque no queramos admitirlo) y los objetos estacionales, es decir, aquellos ligados a una época concreta del año. Lo ideal sería tirar a la basura los que llevan el apellido por si algún día… Pero seamos sinceros, eso no va a suceder. Como sabemos que eso no va a suceder, lo mejor es optar por el Plan B. Es decir, ordenar por uso de frecuencia.
Para ello, lo mejor es optar por cajas con ruedas que podamos mover de sitio sin problema y que puedan guardarse bajo muebles más pesados. También podemos optar por cajas apilables. Un consejo extra: etiqueta cada una de las cajas, de esta forma no tendrás que abrirlas para saber lo que hay dentro.
Además de colocar las cosas que más utilizas al frente, también es recomendable agruparlas por temporada, por ejemplo. La ropa de invierno junto a las colchas y los materiales de deporte de invierno
Un almacenaje a la altura de tus necesidades
Nuestras necesidades no siempre son las mismas, entonces ¿Por qué el espacio de almacenaje siempre es el mismo?
Muchas veces malgastamos espacio porque en su día colocamos las baldas una altura determinada, ya que era lo que necesitábamos en ese momento. Y ahora que tenemos que guardar una caja más grande ya no nos entra.
Pero esto tiene una solución muy sencilla. Con un sistema de rieles podrás mover cada estantería cuando quieras y dejar el espacio que necesitas en cada momento para no desperdiciar ni un solo centímetro.
Además, los trasteros suelen tener rincones difíciles de aprovechar con esquinas imposibles y techos inclinados. Por eso, colocar estas estanterías adpatables hará que tu trastero se adapte a ti y no tú al trastero.
Un armario de tela y una funda, tus mejores aliadas
Uno de los mayores temores cuando llega el momento de sacar la ropa del año pasado, es el estado en el que la encontraremos. Si estará estropeada por la humedad, llena de polvo o ajada por el paso del tiempo.
¿Quieres que tu ropa esté siempre perfecta a pesar de estar meses guardada? Coloca un armario de tela en tu trastero. Mantendrás tu ropa en buen estado y conseguirás tenerla bien ordenada y accesible para cuando la necesites.
Además, estos armarios son manejables y sus baldas adaptables, por lo que podrás ajustarlas según la temporada.
Si no tienes suficiente espacio para un armario de tela, puedes colocar una barra, enfundar la ropa y colgarla.
¿A qué esperas para romper el maleficio de tu trastero? Empieza ya a poner en práctica estos consejos. Verás cómo los duendecillos dejen de jugar a esconderte las cosas y se convierten en tus fieles aliados, dejando a la vista lo que necesitas en cada momento. ¿Probamos?