La colaboración con nuestros clientes siempre es esencial para lograr un resultado de 10 en cualquier proyecto. En esta ocasión tenían las ideas muy claras, lo que nos ayudó a diseñar una cocina y un baño con un estilo muy personal. Según sus palabras “estamos encantados ya que el resultado es exactamente igual al 3D inicial”.
Cocina wabi-sabi, de inspiración oriental
La cocina tiene inspiración wabi-sabi, una corriente estética japonesa que celebra el minimalismo, la sencillez y los procesos naturales. Un estilo que convertimos en realidad mediante un diseño muy especial.
¿Cómo se logró? Con una distribución inteligente del espacio, teniendo en cuenta las medidas de la estancia, y la utilización de tonos marrones y cremas, que evocan sobriedad y refinamiento.
Como novedad en esta cocina y siguiendo las tendencias actuales, instalamos la placa en la isla con un extractor incorporado.
Y para el toque final, elegimos puertas en laminado de color eucalipto y estratificado en color humo, que también se han colocado en el resto de la vivienda.
El resultado: una cocina de vanguardia, recogida pero muy funcional.
Armonía y espacio diáfano para el baño
En este caso, creamos un baño integrado en la habitación, que cuenta con su propio espacio delimitado sin perder la comunicación fluida con el cuarto.
La cerámica utilizada para el suelo del baño, la pared de la ducha y el lavabo es en tono antracita. Al utilizar el mismo material en el lavabo y los revestimientos se ha conseguido un conjunto lleno de armonía.
El lavabo es precisamente una de las piezas más destacables, ya que el material cerámico del que está hecho se utiliza normalmente como revestimiento. En este caso, sin embargo, se ha creado una plancha más grande y de mayor espesor que ha permitido su manipulación por parte del marmolista como si se tratara de un material de encimera habitual, como el granito o el mármol.
En cuanto al plato de ducha, se hizo a medida en un color gris para que conjuntara con la cerámica. La mampara es también ad hoc, y cuenta con un cristal serigrafiado y particiones que en realidad no son perfiles, lo que facilita enormemente su limpieza.
A la higiene del baño contribuye también el inodoro suspendido, que además, por razones estéticas, es menos voluminoso.
El toque de distinción personal lo aportan los detalles, como los espejos, que en esta ocasión eran del cliente. Para la grifería se eligió un acabado especial bronce cepillado, que le da un sutil aire lujoso a la estancia.
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